Renunciar a sus propios tomates es impensable para la mayoría de los propietarios de jardines.También cuando los años anteriores estuvieron marcados por fallas provocadas por ataques de esporas de una peligrosa plaga de la papa.Ni siquiera es seguro cultivar muchas variedades en un balcón, en un túnel de plástico o en un invernadero, porque los hongos se han vuelto muy activos en los últimos años y no hay forma de escapar de ellos.
Las nuevas cepas son la salvación.Se distinguen por una muy alta resistencia a los ataques de plagas, aunque las setas no se dan por vencidasSin embargo, suelen atacar únicamente las hojas más viejas. La fruta se mantiene saludable y sabrosa, y las plantas se desarrollan sin obstáculos.Semisalvajes, con pocos cambios en las variedades de cría, como 'Golden Currant' o 'Rote Murmel', conservaron su alta resistencia natural a las enfermedades, pero dan frutos muy pequeños del tamaño de bolas de cristal para jugar. Muchas variedades valiosas y apreciadas durante mucho tiempo, como 'Coeur de Boef' ('Corazón de búfalo'), no pueden defenderse de manera efectiva contra el tizón de la papa.
Ayudaremos a las plantas extendiendo un techo de aluminio sobre ellas, protegiéndolas de la lluvia que transporta las esporas. Los tomates orgánicos, como 'Primabella' y 'Primavera', crecen bien tanto en el campo como en el macizo de flores, ya que se han probado con éxito durante muchos años en una variedad de sitios. Incluso las variedades muy viables no deben plantarse al aire libre antes de mediados de mayoComenzamos a cultivar a partir de semillas a principios de marzo.Las plantas jóvenes necesitan mucha luz, los brotes se alargan demasiado en un lugar poco iluminado. Al plantar plantas jóvenes en la cama, se deben pellizcar las primeras inflorescencias.
La maduración de la fruta se puede acelerar un poco si se quitan las hojas inferiores del brote principal hasta la rama más baja con frutosNo se deben desmochar los arbustos de tomate, lo cual todavía se practica.Al final del verano, corte las inflorescencias superiores, porque la fruta cuajada no madurará hasta el final de la temporada. Regamos y fertilizamos los tomates con sensibilidad. Si nos excedemos, las plantas soltarán más hojas que brotes y darán frutos menos sabrosos. Las necesidades de los tomates dependen del tipo de suelo. El suelo arcilloso almacena humedad y nutrientes. En suelos arenosos, el agua que se filtra rápidamente elimina los nutrientes.
Los tomates cultivados en jardines a menudo son atacados por el tizón de la papa, una enfermedad fúngica peligrosa. Sus esporas son transportadas por el viento y la lluvia.La enfermedad cambia constantemente, produciendo nuevas cepas cada vez más agresivas. La mejor manera de evitar pérdidas es cultivar nuevas variedades que sean más resistentes a las infecciones fúngicas. Cada año, los criadores preparan nuevas variedades para la venta, no solo más resistentes a las enfermedades, sino también caracterizadas por una alta vitalidad en condiciones desfavorables y abundante fructificación.