Los expertos en nutrición recomiendan asar a la parrilla como el método más saludable para cocinar la carne. Porque, a diferencia de los platos fritos, estofados o al horno, los platos a la parrilla contienen mucha menos grasa. Asar a la parrilla se ha convertido en un arte culinario maduro, que se rige por ciertas reglas. Los alimentos deben freírse en humo de carbón puro. Coloque la carne en la parrilla solo cuando aparezca una capa blanca en la superficie del carbón o la briqueta. No asamos a la parrilla sobre un fuego abierto. No es bueno que la grasa derretida gotee directamente sobre el hogar caliente, porque entonces se liberan peróxidos dañinos, que se acumulan en el cuello de cerdo a la parrilla, salchichas y verduras.Por eso es buena idea esparcir la carne en bandejas de aluminio
La calidad de la grasa del adobo también es importante, ya que en la cocina tradicional el aceite de oliva es el más saludable. Las mismas carnes son aptas para la parrilla que para la sartén. Lo mejor son las piezas cubiertas de grasa, que se derrite lentamente, dando a la carne la jugosidad deseada. Al colocar la carne, no le meta un tenedor, para no perder jugos valiosos.
Hay tres tipos básicos de hornos para elegir: tradicional (quemado con carbón o briquetas), eléctrico y de gas. Los más populares son el carbón. La llamada parrillas focales, en forma de trípode alto, sobre las que se cuelga de una cadena una rejilla redonda. Cada parrilla debe quemarse antes del primer uso (las brasas deben arder sin llama durante al menos 30 minutos). La mayoría de los modelos de carbón están hechos de chapa de acero. Los modelos de hierro fundido son mejores que ellos, ya que distribuyen el calor de manera más efectiva
La principal diferencia entre el carbón vegetal y las briquetas es su diferente valor energético.El carbón es un poco más barato pero se quema más rápido, la briqueta es un poco más cara, pero se quema más tiempo y te permite obtener una temperatura más alta, lo cual es importante especialmente cuando se fríen grandes porciones de carne. El carbón se enciende más rápido. La comida se puede poner en la parrilla cuando el carbón o las briquetas están cubiertas con una capa de ceniza blanca. Para acelerar el encendido podemos utilizar un fuelle o un soplador especial. Cuando se extingue el calor, esparcimos la ceniza sobre parterres o macizos de flores, porque es un valioso fertilizante de potasio.
Las parrillas de gas se calientan rápidamente, después de solo una docena de minutos, y le permiten preparar refrigerios saludables sin exceso de grasa. Al freír en una parrilla de gas, no se produce ceniza, por lo que el aparato es fácil de mantener limpio. La temperatura de asado se puede regular con precisión. El cilindro de gas dura mucho tiempo, si es necesario, podemos reemplazarlo, por ejemplo, en una estación de servicio.