"Si quieres ser feliz toda tu vida, crea un jardín". Esto es lo que dice el proverbio chino y estoy totalmente de acuerdo con él.
Crecí en el campo y todavía recuerdo el sabor de la deliciosa fruta: manzanas, peras, cerezas o ciruelas del huerto de mis padres. Después de muchos años, fue el anhelo de frutas sanas y espacios verdes lo que nos impulsó a comprar un terreno fuera de la ciudad.
Durante varios años, arreglamos y construimos todo en la parcela nosotros mismos. Esto nos hace muy felices. Mi esposo construyó una casa de verano, una cerca, una parrilla de ladrillos, una rocalla de flores, un columpio y un pozo de jardín decorativo. Soy responsable de la mini huerta, arreglos florales, árboles frutales y arbustos.Hago conservas, mermeladas y deliciosos licores de los cultivos cosechados en la temporada. Desde el principio, mi esposo y yo asumimos que no usaríamos ningún químico. Por lo tanto, nuestras frutas y verduras son saludables, ecológicas y saben muy bien durante todo el año.
El jardín es nuestra gran alegría y orgullo. Constantemente mejoramos y embellecemos algo en él, para que sea constantemente encantador y brinde cosechas medibles.
Les puedo asegurar que incluso las mejores y más interesantes vacaciones no se pueden comparar con descansar en su propia tierra.
Mirona Semeradt
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