La idea de crear un rincón de agua nació hace unos años. Tenía un prado húmedo frente a mi casa, que era perfecto para este propósito. Comencé el trabajo cavando un gran hoyo. Retiré el suelo y limpié cuidadosamente el fondo de todas las impurezas. Después de eso, todo lo que tenía que hacer era esperar a que el agua rompiera y disfrutar de sus ojos con un estanque privado. Sin embargo, era solo la mitad de la tarea planeada. El siguiente paso fue desarrollar el área que rodea al embalse. Puse una glorieta, un molino de viento, un columpio allí y construí un nido para cigüeñas, y cerqué todo con una red. Nuestro estanque también ha sido iluminado con lámparas solares y plantado con arbustos y flores decorativas.Coloridos tulipanes florecen aquí en primavera y caléndulas amarillas y naranjas en verano. Nuestro esfuerzo no fue en vano, se está volviendo cada vez más hermoso.
Somos agricultores, por lo que no nos vamos de vacaciones, ya que las obligaciones en la finca no lo permiten. Por eso descansamos aquí y recargamos las pilas para el siguiente día de trabajo. Sin embargo, nuestro nieto de tres años, que pasa mucho tiempo con nosotros, es el que más se divierte. Puede subirse a un bote con su abuelo, columpiarse y alimentar a los peces.
También tenemos algunos visitantes regulares aquí. Se trata de dos parejas de patos salvajes y una garza real que vadean el agua en busca de comida. Gracias a ello, nuestro estanque de jardín es un auténtico oasis en el seno de la naturaleza.
Elzbieta y Andrzej Koper
Przyłęk