A fines de agosto o principios de septiembre, aún puede sembrar eneldo, rúcula, berros (o granos de pimienta) para el consumo actual. También podemos intentar cultivar espinacas en invierno: pasarán el invierno en forma de pequeñas rosetas y estarán listas para la cosecha en primavera.
También se puede sembrar lechuga y escarola en el semillero, pero la lechuga también se utiliza para el cultivo de invierno, y la escarola plantada a finales de septiembre se puede cubrir con tela no tejida para que crezca y sea apta para recolección a finales de noviembre.Algunas plántulas de lechuga también se pueden cultivar de esta manera, pero sus hojas acumulan muchos más nitratos en comparación con las escarolas cultivadas para la cosecha de otoño e invierno. También cabe recordar el canónigo para la cosecha de otoño-invierno.
Para acelerar la emergencia y reducir la evaporación del agua, el área de siembra también se puede cubrir con un vellón blanco. Después del amanecer, destapamos las plantas, y antes de que comiencen las heladas mayores, volvemos a tapar.
El canónigo es un tesoro de vitaminas y minerales, por lo que su consumo en la época de otoño e invierno es muy beneficioso para nuestra salud.Las semillas sembradas más tarde (a mediados de septiembre) solo producirán pequeñas rosetas, que, como las espinacas de invierno, recogeremos en la primavera del año siguiente.
La mayoría de los vegetales cosechados deben usarse para almacenamiento o procesamiento, porque no podremos usar las cantidades que recolectamos en septiembre directamente.Sin embargo, debe recordarse que solo las condiciones de almacenamiento adecuadas no reducirán el valor de los tesoros vitamínicos.
Los tubérculos, las coles, las cebollas, el ajo, las legumbres secas y las hierbas bien secas se conservan mejor. Las calabazas también se pueden almacenar durante 2-3 meses. Estas verduras deben estar sanas y sin daños.El mejor lugar es una mini-bodega debajo de la glorieta en la parcela, porque en las bodegashay temperaturas demasiado altas en los bloquesVerduras almacenadas no se puede exponer a la congelación, lo mejor es una temperatura de 0-5°C. La excepción son las verduras termófilas, cuya fruta debe almacenarse a una temperatura de 12-14 ° C.