El tema de mi carta será una breve mirada a la parte de nuestra propiedad que es un pequeño colmenar. Cuidarla y observar el trabajo de las abejas ha sido la pasión de mi marido desde hace varios años.
Comienzos del colmenar
Las primeras abejas llegaron a una colmena vacía en el jardín el día de nuestra boda. Han pasado veinticinco años desde entonces. En aquel entonces, era un regalo inusual para nosotros y un presagio de felicidad familiar. Hace unos años, mi esposo ayudó a una anciana a cuidar las abejas y luego tuvo la idea de construir colmenas decorativas para su propio colmenar.
Colmenas decorativas
Cada año se crea una nueva y hermosa colmena, habitada por la familia de las abejas
y que decora el colmenar y toda la propiedad. La pasión por el bricolaje acompaña a mi marido desde hace muchos años. Hasta ahora ha hecho muchos aviones, barcos y naves, un carruaje y una locomotora. Finalmente, es hora de crear decoraciones en el jardín y colmenar. Construir una colmena es una actividad laboriosa. Incluso dura varios meses, por lo que normalmente solo se produce uno al año. La primera casa de abejas que se hizo fue un "cavón" hecho de un viejo tronco de árbol. Estaba decorado con un bajorrelieve de un gatito. ¿Por qué? Aquellos que están al tanto de los misterios de la apicultura saben que a veces (especialmente en otoño), los ratones, cuando buscan lugares para pasar el invierno, visitan ansiosamente las colmenas. Se supone que una miniatura de un gato detiene a los invitados no invitadosLas siguientes colmenas que se hicieron fueron miniaturas de edificios reales: la lamentablemente ya demolida casa familiar de mi esposo en Domanice, la casa solariega en Siedmiorogowo y el palacio en Zimnowoda. Por eso cada colmena, además de sus valores estéticos y prácticos, también tiene para nosotros un valor sentimental.Es una parte de Wielkopolska transferida a la región de Lublin.
Ejecución de colmenas
Trabajar en la elaboración de colmenas de abejas nos da una gran satisfacción. Sabemos que las abejas se sienten muy bien en ellos, pues les devuelven su diligencia brindándonos una deliciosa miel.
Małgorzata Woźniak