Lámparas hábilmente colocadas como guías conducen a los lugares más hermosos del jardín. Te invitan a disfrutar del fresco de la tarde y cenar en la terraza. Sin luz, el jardín estaría muerto durante las largas horas de la noche.
¿Foco o farol?
Lo más importante es adaptar la iluminación al estilo del edificio y del jardín. Los focos modernos montados en paredes y en el suelo funcionan muy bien en pequeños rincones. Su ventaja es que son apenas visibles. Diseño simple, económico, no "abarrota" el espacio con un exceso de elementos, lo que permite la introducción de varias o incluso una docena de fuentes de luz de menor potencia, con las que se puede agrandar ópticamente el jardín.Para jardines más grandes, se pueden recomendar lámparas con luminarias claramente decorativas: colgantes, de pared (apliques) y balizas. En las tiendas encontrarás una enorme selección de este tipo de iluminación, que va desde lámparas con un diseño moderno, hasta muy decorativas, estilizadas como las antiguas farolas de gas.
La disposición de la luz es tan importante como la fuente sí mismo. En primer lugar, no se debe exagerar la cantidad de lámparas, de lo contrario se creará un resplandor de luz sobre el jardín. En segundo lugar, en lugar de iluminar todo el espacio, es mejor "separar" las esquinas individuales con luz. En tercer lugar, la luz no debe deslumbrar, por lo que en lugar de colocar las lámparas a la altura de los ojos, es mejor colocarlas por encima de la cabeza o muy bajas y apuntando hacia los lados o hacia abajo. También debemos prestar atención al tipo de luminaria y pantalla. Los mejores están hechos de vidrio opaco o plástico ya que difunden la luz. Las lentes transparentes deben estar rodeadas de persianas o un techo que refleje la luz hacia abajo.
¿Qué iluminar en el jardín?
Debe haber luz en las escaleras y en la entrada de la casa.Aquí necesita una lámpara de alta potencia (la mayoría de las veces una lámpara de pared o una lámpara de techo), colocada sobre su cabeza para iluminar todos los rincones y grietas. También se puede obtener un efecto interesante iluminando las escaleras laterales con lámparas de bajo consumo montadas en la pared. Los escalones son entonces claramente visibles y la luz no deslumbra los ojos. Gazebos, terrazas y parrillas se encuentran entre los lugares más visitados por las noches. Aquí, también, se necesita una fuente fuerte. Es más conveniente instalar dos lámparas: una sobre la cocina del jardín o la parrilla y la otra sobre la mesa. Focos o luminarias montadas en la superficie serán útiles para enfatizar detalles: escalones que conducen a una glorieta, una cama o un calcetín cercano. Un problema aparte es la iluminación de la entrada y los caminos. En tales lugares, los bolardos bajos que marcan el borde de la superficie son la mejor solución: las luminarias deben estar equipadas con marquesinas y rejillas que dirijan la luz hacia abajo. Una buena solución son también las luminarias montadas en superficie (adaptadas a cargas elevadas, para que no se dañen cuando pasemos por encima de ellas con una rueda de coche), siempre que sean de baja potencia y no deslumbren al conductor y transeúntes, o la lámpara del interior se puede configurar de tal manera que no brille directamente hacia arriba.
Al iluminar el césped, debemos recordar no iluminar todo el césped, ya que esto destruirá otros efectos que queramos lograr al iluminar plazas, estanques o superficies. Sin embargo, vale la pena mirar el jardín después del anochecer y evaluar si no está dominado por una mancha oscura de césped sin iluminación. Para evitarlo, basta con uno o dos focos o balizas discretamente colocados.
Instalación de lámparasSe suele pensar en lámparas y focos cuando el jardín tiene su forma definitiva. A menudo resulta que se tienen que arruinar rebajas dispuestas de manera uniforme para tender los cables de alimentación, y el camino de entrada se tiene que desmantelar parcialmente para montar los accesorios de los faros. Así que diseñemos la iluminación junto con el jardín. Primero tenemos que resolver el problema del voltaje con el que alimentaremos la iluminación. La ventaja de una instalación de alto voltaje (230 V) es que no tenemos que limitar el número y potencia de las lámparas del jardín. Sin embargo, no se puede utilizar para res altar estanques. Las instalaciones de baja tensión (12 o 24 V) tienen un alcance limitado (aprox.30 m), y la suma de las potencias de las lámparas conectadas no debe exceder la potencia del transformador. Todas las instalaciones en el suelo se colocan mejor en tuberías de PVC. Gracias a esto, no los dañaremos durante los trabajos de jardinería, y si es necesario reemplazar el cable, no tendrá que volver a desenterrar las camas. Para que la iluminación sea energéticamente eficiente, en lugar de las bombillas ordinarias, conviene utilizar aquellas adaptadas a lámparas fluorescentes compactas o bombillas halógenas. Los dispositivos con energía solar también son una buena solución. Recuerde, sin embargo, que tienen poca potencia y no iluminarán un área grande.